martes, diciembre 18, 2007

Dire…

Dire…

Ayúdame

planea el peso de la pluma que Anubis y sus huestes

pesaran en la balanza de lo bueno y lo malo

ayúdate

consume mi carne y bebe mi sangre cual vino carmesí

no te costara nada y jamás sentirás los augurios de un mal

no existo y soy un miserable

pero si has de matarme

te juro que podrás alcanzar la gloria de dios con el poder tus labios

con la mirada de tus ojos

sacrifica aquí los despojos de todos los sueños

que nada me aliviara tanto

como mirar al sol de frente

en el ultimo día de la creación

predica el amor con tus manías

regrésame a casa y se fiel a tu tradición

el tiempo no perdona la carne

terminare en la tierra donde nadie me detenga

donde nadie me recuerde

pero tus actos son piedad y compasión

detente escucha mi vos

intenta tocarme en un pequeño fragmento de luz

yo levantare las lagrimas con hojas del manto de Santa Maria

construiré el palacio de cristal en la isla del vado peligroso

tan solo para informar que el fin esta cerca

no hablo de un mundo apocalíptico

ni soy fatalista,

te confieso se que el amor nunca muere,

la inmortalidad la tengo frente al espejo

en cada mirada,

cuando se que no debería volver de mirar hacia atrás

entusiasmado de una búsqueda en la tierra que pronto acudirá,

tengo suficiente voluntad

para levantar el sol

sin quemarme

iluminando los cielos grises,

no creas nada de lo que repite el silencio

son mentiras,

yo a diario escribo versos y canto

en el nombre de la antigua naturaleza

por y para las magias mas bellas

atentamente en tu oído entiende mi lenguaje,

hoy no hablo de muerte ni de vida

solo son abstracciones de mi pobre corazón,

aun con el frió y si el miedo aborda la piel

los pájaros siempre volverán en primavera

las flores tendrán la luz

cuando Persefone visite a mama

ella seguirá hablando de amor cuando no lo tenga

así como yo hablo sentirme en casa aunque no la posea,

iré al portal sin decir adiós

ahí mi nombre en plata adorno de difuntos

cuidare el camino, la entrada y la salida

sonríe si, sonríe siempre,

aquí mi sangre el resto de ella,

en el ultimo sacrificio,

seré como el sol, únicamente una luna

todos los intensos suspiros

pero que importa

si no has de sonreír nada en este mundo tendría voluntad

yo se es mejor terminarlo aquí antes de que la tristeza te inundara

nada seria como hoy si tu faltaras

no existiría vida ni canción

no podría cambiar el mundo con solo querer

necesito de el truco extraño que a veces haces en mi

convierte mi invierno eterno

en el otoño de todas las vanidades,

el cielo en mis manos contemplando tu noche

¿de quien proviene la culpa o la salvación?

quien libera al alma de su prisión de llanto

quien creara una sonrisa

en todos los ocasos perfectos,

esta es noche y el día es sueño

ilusión de poeta loco

aquí te esperan los dioses

para que te sientes en su mesa y compartan el vino

vislumbra en tu lecho de gloria perpetua el destino

de quienes tu mirada ha tocado clavándose en lo profundo de su corazón

a quien el encanto le entro por los ojos y por las letras

¡oh! mi divinidad, diosa de plata envuelta en el fuego del fénix

de Egipto a Persia

conocerán por mis poemas

tu nombre

sea lo que tenga que ser,

la muerte vendrá

estaré listo para besarle, abrazarle,

le diré en un susurro

que ha venido en vano

puesto que lo único que pude llevarse de mi

será tres gotas de mi sangre y dos monedas

que todo lo demás te pertenece a ti.

Sabbhat, Mexico DF a 17 de diciembre del 2007