domingo, octubre 02, 2016

Hermosos sueños penden del vapor de tu mirada,
el sol aspira las imágenes que fabricas en tu jaula interior.
Yo vi un tren de ventanas de agua cayendo desde tus pestañas
sus carros llevaban las torres oscuras de tu infancia.
La piel no consigue aprisionar todas esas postales animadas de oro y plata,
ellas se alejan, se evaporan, en busca de otras almas.
Noe, Teo y Máximo son tres amigos inseparables reunidos para un triste acontecimiento: el entierro del Padre Gab. Allí conocen a Rebeca, la nieta adoptiva del difunto. Encantados por la joven Rebeca, los tres amigos la siguen hasta la casa del abuelo. Pero allí descubren un lugar abandonado, donde solo permanecen un viejo gato y un pájaro. Con el anochecer, aquel pájaro se asusta y avisa a los niños de un peligro. Así es como se dan cuenta de que una sombra extraña les amenazaba en la oscuridad, una sombra hostil y agresiva. Los cuatro niños también hacen un descubrimiento extraño en aquella casa: un pasaje secreto, un pasaje hacia otro mundo.
Continúas abriendo horizontes en mi espalda
Jugando la historia con personajes de papel
Reconociendo el gran defecto de mis pies
Sentarme en la oscuridad esperándote otra vez.
Reclinaras mis manos hacia el tacto perdido
Descifrare el calor de tus pensamientos muertos
Disolveré tus ojos entre el placer que debe ser silencioso
Hoy el mundo se queja de nacer Ciego, con brazos marchitos.
Morderé y abrazare los sabores prohibidos
Para olvidarme de las cosas sin sentido
En este túnel con luces tenues mostrare canciones de dolor
Sepultando los miedos al lado de la confusión.
No escribiremos nombres en paraísos imaginarios
Correremos el pasadizo de puertas pintadas en negro
Volteare a ver tu mano entre tierras de otros senderos
No me quejare te lo prometo, será todo más sencillo
Plantare pinturas artificiales entre terrenos sin propietarios
Seré una criatura que no se logre reconocer desde muy lejos
Quiero tu presencia no tan firme para sentir que aun soy de huesos
para no congelarme con el paso del tiempo.
Puedes ver que a duras penas logro mantenerme entero. Puedes ver que lo que hice ya, no puedo deshacerlo. Yo creí que lo nuestro era infinito como la arena. Ahora sé que lo único inagotable es esta insoportable pena. Ya se fue mi amor, lo sentí marchar. Esta noche me voy a emborrachar. Voy a emborrachar, lo sentí marchar, ya se fue mi amor, ya no volverá. Quisiera y no quisiera, son dos cosas diferentes. Quisiera que me quisieras y yo no quisiera quererte, pero en vida no suele ocurrir lo que uno quiere que ocurra. Y tú te fuiste detestándome y yo hoy te quiero más que nunca. Ya se fue mi amor, lo sentí marchar. Esta noche me voy a emborrachar. Voy a emborrachar, lo sentí marchar ya se fue mi amor, ya no volverá. Hoy soñé que te tenía otra vez entre mis brazos, de saber que no era más que un sueño, no me habría despertado. Así que si hoy amaneces y los pies te están doliendo es porque estuviste toda la noche caminando por mis sueños. Ya se fue mi amor, lo sentí marchar. Esta noche me voy a emborrachar. Voy a emborrachar, lo sentí marchar, ya se fue mi amor, ya no volverá. Tengo ya que despedirme porque las fuerzas me fallan y las pocas que me quedan son para curar mi alma, que enfermó cuando perdí lo más precioso que tuve. Dime, pensarás solamente un poco en mi, cuando mires el Montduverr? Ya se fue mi amor, lo sentí marchar. Esta noche me voy a emborrachar. Voy a emborrachar, lo sentí marchar, ya se fue mi amor, ya no volverá. Si dices dame tu corazón, me lo arranco y te lo doy. Pero yo digo amor quédate y tu me respondes, me voy, me voy, me voy.
Una mañana más
agotado por esta incertidumbre, por el miedo
quiero rendirme tengo tantas ganas de tumbarme en el piso y desfallecer
pero siempre cumplo mis promesas
y te prometí estar contigo
hasta que tú DIJERAS lo contrarió
este silencio no es nada la luz siempre brilla…
la alegría no se escapa
quiere dejar de sufrir el corazón una eternidad
dormir para soñar mas
como si el andén del tren jamás tuviera fin…