miércoles, julio 20, 2016
Y aqui siempre son sombras, sombras, iluminadas por la luz pox tenebras
entrando por los vitrales de las catedrales, siempre son bosque sombrios
llenos de Hadas y cuevas de Dragones, son tiempos de Espadas, tiempos
de musica punk y crees altos soy yo el que vive entre el oscurantismo y
los años ochentas
cinco chicas repletas de silencios, cinco chicas gesticulares, a
quien nadie parece comprender. Ni sus padres, ni el psicólogo, ni el
cura, ni los vecinos, ni sus contemporáneos, ni el espectador mismo.
Ellas solo tienen su cuerpo y belleza como únicos moderadores. Y esa
justamente fue su condena.
The Lisbon girls. Thirteen, Cecilia. Fourteen, Lux. Fiveteen, Bonnie. Sisteen, Mary. Seventeen, Therese. Como dije alguna vez casi un poema si lo repites lentamente
The Lisbon girls. Thirteen, Cecilia. Fourteen, Lux. Fiveteen, Bonnie. Sisteen, Mary. Seventeen, Therese. Como dije alguna vez casi un poema si lo repites lentamente
De mi centro brotaron dos lunas idénticas,
ellas retrocedieron lentamente a espaldas del espejo:
Se colgaron menguantes en el cenit de mis sueños.
Di un salto y avancé hacia la eternidad sin fondo,
incomprensible:
Somos modelo a escala de tirantes estrellas lejanas.
Es todo lo que podemos hacer,
dar cortos y agraciados saltitos
equilibrarnos en la cuerda floja de nuestro inconsciente;
es sólo eso,
el resto es historia conocida:
Tomar el mismo barco y mirar desde lejos
a los extraños habitantes de la isla,
que alimentados por la pálida luz de nuestras lunas
Nos hacen torpes señas
como si jamás hubiésemos existido.
ellas retrocedieron lentamente a espaldas del espejo:
Se colgaron menguantes en el cenit de mis sueños.
Di un salto y avancé hacia la eternidad sin fondo,
incomprensible:
Somos modelo a escala de tirantes estrellas lejanas.
Es todo lo que podemos hacer,
dar cortos y agraciados saltitos
equilibrarnos en la cuerda floja de nuestro inconsciente;
es sólo eso,
el resto es historia conocida:
Tomar el mismo barco y mirar desde lejos
a los extraños habitantes de la isla,
que alimentados por la pálida luz de nuestras lunas
Nos hacen torpes señas
como si jamás hubiésemos existido.
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