Ya ni siquiera siento soledad,
nunca llega mas un sentimiento herido a mi corazón,
en mi cabeza solo nubes y oscuros círculos
que me niegan la entrada al misterio del sueño
son gobernantes de una premonición
la locura
es real ya ni siento la soledad,
de tanto crecer para ser la persona que necesitas
pero duele
la ausencia y el destino
ausencia de mi a tu lado
destino que ya no ahí mas…
nunca lo hubo,
solo pequeños trozos del mundo que me dieron aprobar
para saber aquello que no es mió,
ahora desangrarse no sirve,
ni los disparo en la cabeza,
me he aventado de un puente tantas veces ya
tomado pastillas y venos
que al sangre es negra e inservible
pero sigo aquí subiendo y cayéndome aun abismo que no terminara nunca,
mirando pasar el tiempo la vida a ti acompañada de tu destino
donde yo no soy mas que un fantasma olvidado.