La Aventura.
Soy un loco que se siente cómodo con la muerte,
a falta de vivos mis muertos me cobijan
demuestran un sentido en el dolor más puro,
me cobijan como si fueran una madre,
mi noche cómplice parece traerme
las aventuras más perfectas,
los momentos más dulces y las inquietudes más agudas
empero, la noche es también el territorio del Ogro,
de ese Otro por antonomasia
que se vuelve la encarnación del miedo más primigenio del hombre
en ese espacio de negro y estrellas,
el mounstro se vuelve señor y se prepara para cazar,
pesará siempre sobre mi
aquel hecho construido en los telares del abismo
palidecemos ante las grandes tragedias,
momentos que en verdad reconcilian con la vida
aunque no existan el sol ni los leones,
ni el viento, ni el cielo estrellado,
prefiero pasar la vida buscándolos
qué atenerme al sosegado hechizo de una realidad sin aventura
sin que importe sea un hijo del olvido.