sábado, febrero 17, 2018

Desandar lo aprendido
hasta reconocerme silencio,
deshacer la luz
para volverme espuma,
creer que en los perfiles de tu nombre
se suceden las mareas,
que en la cadencia de tus manos
renace mi deseo.
Habitar en las certezas
que recorren tu vientre,
en los caminos
que transparenta la memoria,
en los espejos
que toman forma en mi voz.
Schopenhauer consideró que el tiempo, el espacio y los objetos materiales conectados entre sí, forman parte de este mundo de experiencias llamado "Empírico" y en conjunto forman lo entendible al humano y por lo tanto son en realidad la base de la Ciencia. Las cosas entendibles al humano requieren del tiempo y del espacio; de no haber estos últimos, no habría diferenciación entre las cosas y todo sería: "Uno". Un acto de voluntad y los movimientos corporales asociados a ese acto son Schopenhauer consideró que el tiempo, el espacio y los objetos materiales conectados entre sí, forman parte de este mundo de experiencias llamado "Empírico" y en conjunto forman lo entendible al humano y por lo tanto son en realidad la base de la Ciencia. Las cosas entendibles al humano requieren del tiempo y del espacio; de no haber estos últimos, no habría diferenciación entre las cosas y todo sería: "Uno". Un acto de voluntad y los movimientos corporales asociados a ese acto son una misma cosa, vistos desde dentro o desde fuera del individuo. En último término, lo Fenomenal y lo Noumenal son la misma realidad entendidos de maneras diferentes.
El mundo de lo Noumenal está representado en lo que Schopenhauer llamó: "Voluntad", sin tener nada que ver con la mente o la consciencia. La "Voluntad" es un fenómeno o fuerza ciega, sin inteligencia, impersonal y sin objetivos, manifestada en el mundo fenomenal.