jueves, enero 04, 2007

DOS LEYENDAS DE BRUJAS

En Cuautepec, se encuentra un rancho que no se sabe si aún existe.
Se cuenta que en dicho rancho, un niño lloraba. Entonces el padre, presintió que se trataba de una bruja. Fue con el niño y en su buró de cama, colocó unas tijeras abiertas en forma de cruz. Transcurrido el tiempo, se escuchó nuevamente que el niño lloraba, pero de pronto, en la teja de la casa, algo se revolcaba y al mismo instante, se percibían los gritos de una mujer que se quejaba.

Al otro día, se murmuraba que una vecina cercana no podía hablar porque su lengua estaba lastimada, y el padre del niño tuvo más cuidado con dicha mujer de la cual ya conocía su nombre y dónde vivía, ya que antes le habían contado que la mujer era en realidad, una bruja.

Otra de las leyendas de Cuautepec, es en la que se cuenta sobre una familia conformada por dos niños y su mamá.

Ésta iba a trabajar a una fábrica por las noches. Por tal motivo, los niños se quedaban solos por la noche en la casa. Y en una noche, la niña, que era la más pequeña, comenzó a llorar. Su hermano, de aproximadamente dos años, fue a ver a su hermana. Más observó que del techo de la teja, iba bajando una cuerda rojiza en dirección al cuello de la niña, entonces el niño la cortó y se oyeron unos gritos espantosos. Nunca más volvió a suceder ésto.