viernes, septiembre 16, 2005

Ahí vida para mi

Sin tocar el piano
mantengo los dedos ocupados
sosteniendo el cuchillo que roza con mi cuello
sabiendo
que no quiero
perder
las notas agudas
de mi miedo
por no dejarme ir
hasta donde los gritos
llegan
cuando el viento arrastra con ira
el aullido de los perros
que desean devorar mi carne muerta,
hoy te extraño como ayer
tanto y tan poco,
tan despacio
que mis limites son inseguros
hoy te extraño y me siento mal,
pues mi culpa no tiene perdón,
solo mi sangre
apagaría la desgracia del corazón
tan desvanecido
que se niega a vivir
aun cuando la vida misma
desea ser su amante.
MITADES

De tantas ocasiones que mi cuchillo
opaco tus gritos
se ah oxidado
como la inerte vista de tu sangre
encharcada
bajo mis pies fríos
explicando todos los pecados
cometidos en acto del amor
y gritas
mientras corto tus brazos,
lloras mientras te beso mordiendo
salvajemente
el rincón escondido de tu cuerpo
yo aun extasiado con la carne tibia
bailo arrinconando
el cuchillo en tu pecho
dividiendo
tu corazón que late;

rojo,
rojo,
rojo,
en dos
y me llevo la mitad que me corresponde.