lunes, junio 24, 2019

Uno de los grandes medievalistas los achaca a la metáfora de la lucha contra la vagancia y la lentitud, del mismo modo que concedía poderes sobrenaturales venidos del averno a estos seres cuyos ojos se sitúan sobre lo que se asemeja a una cornamenta. También hace hincapié en la fortaleza y gallardía que cualquier caballero bizarro necesita para acabar contra la protección de la concha, que también se plantea como metáfora de la resistencia de estas lacras: la holgazanería y la lentitud.
"El caballero, en el antiguo sentido caballeresco, se hallaba indisolublemente consagrado a su orden y era incapaz, fueren cuales fueren las circunstancias, de dejar de ser un caballero. Había cosas que había contraído el compromiso tácito de no hacer ni permitir. Ni él, ni nadie en presencia suya, podía permitirse el ser cobarde, cruel, vil, ingrato, obsceno o desleal. Así, el caballero, aunque siempre respetado, era detestado a menudo. Desde luego, no era el más acomodaticio de los compañeros, y los que no eran caballeros preferían no encontrarlo en su camino."
George Santayana, El último puritano, I, 183. Cit. por José Luis Villacañas en Ramiro de Maeztu y el ideal de la burguesía en España, 2000
Pienso en las maldiciones y las faltas, en los teatros, en ese Dios rencoroso que dentro de ello es piadoso y me ha escuchado, pienso en el cambio el bien de mi Gente a cambio de mi felicidad, y parece el deseo se concede, cuando pides algo con amor se cumple, por otro lado tal vez es que nací maldito y Por.eso la vida me arranca y me quita sin descanso, de otra forma no me explico esto o es tan fácil como decir porque algo bueno me pasaría a mi.
Incluso las quejas de los demás tienen su interés. Para ilustrar el hecho de que todos los problemas acaban llegando a él, da con una buena imagen: "¿Qué botón es el que está más usado de los ascensores?". El bajo, contesto. "Pues eso me ocurre a mí, que soy el botón que todo el mundo acaba tocando". Entonces recuerdo una imagen bellísima. En la casa de un mi tipo, viven los padres, ya mayores, de una familia muy numerosa, que conozco algo, y que ha seguido creciendo con muchos nietos. En el ascensor de ese edificio está muy erosionado el botón B, como siempre. Pero también el botón del 6º, que es donde vive esa familia. Es verlo y se pulsa el botón de un verso de Miguel Hernández: "quedando / una mujer y un hombre gastados por los besos".
Me Reclaman las criaturas de la noche, me llaman por mi verdadero nombre, la otredad me observa y ha mandado, perros infernales, a su buena Xente, meigas y bruxas hermosas, a por mí, les resistiré y triunfare sé que la mañana de San Juan será Hermosa.
Trencé mis cabellos, les decore con las espinas de las rosas, he colectado la verbena, y esta listo el fuego, la hoguera encendida, ilumina la oscuridad, es momento de cantar y bailar, alrededor del gran fuego, pasar una y otra vez entre el fuego para renacer, para que la muerte sea vida, para ser nuevos y mejores. El gran fuego de San Juan es esta noche y vos cruzas conmigo los umbrales.
Fuego, laurel y deseos. San Juan es el umbral más conocido, san Juan es la fecha límite por excelencia. "Mañanita de san Juan" y "En la noche de san Juan" son los tópicos para la aventura y la puerta al Otro Mundo.
¡Felices deseos, pero, recuerden, tengan precaución con los umbrales!