viernes, abril 22, 2005

Jacarandas

Estas hojas

caen como lluvia

como mis lagrimas,

que caen cuando te vas

en este día tan frió

donde me siento solo,

lagrimas secas;

rojas,

negras,

violetas,

transparentes

no importa

el color

si son lagrimas de tristeza.

Ni la espada o el caballo

la bandera del castillo

son triunfo

si tus vestidos no están

en mi habitación,

ni trofeo o reliquia

son laureles

si tus besos

no son para mi,

ni reino o islas

los prados del Inglaterra

son hogar

si no me miras al despertar

ni ejércitos o escudos

los que jamás se rompen

son seguridad

si no estas a mi lado,

ni rey o dios

el creador de lo maravilloso

me sirven

si tu no comprendes

que no existe mejor reino que tu cuerpo,

espada que tus besos,

rey que tu mirada,

dios que tu celestial figura.

Me desmorone en el acto

al notar

tu llegada

desconcertante

no pude apartar de mi pensamiento

la mirada que marcabas

en mi

me limite a no decir

hermosa eres,

miedo

al desprecio,

a molestar,

miedo a la duda

tal vez si, el tiempo

regresara yo podría

tenerte

nuevamente

no se, imposible

perverso el destino que nos topo

cruzando las miradas

maligno el momento

en el cual, lo se

tu no eres mas para mi...

Maldigo hoy

el día destino

maldigo ahora el momento

mis ojos que vieron

lo que no tenían que ver

que no tengo y extraño

maldigo hoy mi presencia

que no consta en tu mirada,

tu mente,

tu cuerpo

maldigo hoy el destino

que me introduce en mi perdición

maldigo hoy mi soledad.

Entupido corazón

siéntete el culpable

de mi

desgracia.

Tendencias

La perversión a

conquistarte con una caricia

no es de caballeros

es de hombres,

ni matar un dragón

ofrendar mi sangre

es suficiente para conseguir una mirada,

todo es una obra,

una peligro que no explica

lo que ocurre

mientras la vida se pinta un hueco en el suelo

de los recuerdos

que quieren demostrar que están vivos,

hemos perdido

las tendencias

a cabalgar

matar dragones

y conquistar doncellas con poemas.