"como nace un deseo sobre torres de espanto "
(Luis Cernuda)
Pero no, el camino no tiene vuelta. Ya la fuerza del amor os arrastra y
no tendréis jamás goce sin dolor. Es el vino de hierbas que os
embriaga, es el brebaje de amor que vuestra madre, Isolda, me había
confiado. Sólo el rey Marés lo había de beber con vos; pero el Enemigo
se ha burlado de los tres y vosotros habéis apurado la copa. ¡Amigo
Tristán, Isolda amiga, en castigo de la mala custodia que he hecho, os
abandono mi cuerpo y mi vida; ya que por mi culpa, en la copa maldita, habéis bebido el amor y la muerte!
Los enamorados se abrazaron; sus hermosos cuerpos palpitaban de deseo y de vida. Tristán dijo:
—¡Venga, pues, la muerte!
Y al morir el día, sobre la nave que avanzaba más rápida que nunca
hacia la tierra del rey Marés, unidos para siempre, se abandonaron al
amor.