lunes, enero 03, 2011

Los colmillos de la tarántula

a mireia

Te marchas dejando aire de esperanza en esta vida cansada

siento que tengo que esperar

pero no conozco la virtud de la paciencia

prefiero arrebatarme a los encantos del suicidio

así como arrebataba con pasión la ropa sobre tu pecho

esas ausencias saben tan bien

es un dulce de almendras amargas

en la copa de acero toledano,

un horror desnudo asiduo a engancharse

con cadenas al piso

se arrastra el alma insufrible del espectro

nacido en el 18,

nunca se me dio bien el esperar

no tengo motivos para postrarme como

el busto de Lucifer arriba del pórtico de tu recuerdo

observando pasar el infinito observando

¿cómo te vas?, sin que yo pueda morirme un poco.

¿no eras veneno y dolor, aclamabas por el desgane y dañabas con la mirada?,

que triste tu mentira, que desilusión mi vida,

porque me hallo en este lugar y no tener ninguna pareja para bailar

me hace un árbol viejo

que se enamora de la piedra,

son mis colmillos de la tarántula

no me los arranquen nunca

es todo muy extraño

vinculado con objetos

con cosas estamos embrujados o algo

en contra de nuestra voluntad

sigo mirando y escuchando

la voz que me habla de tus deseos yo tan afuera de ellos

tu pidiendo salve lo que amas porque soy el mejor

pero jamás mejor para estar a tu lado,

en enero que es perfecto para auto compadecerme,

pude ver tus lágrimas pidiendo no se muera,

se confundían con las mías bajo la cortina de los celos

asesinándome, durante el grito desesperado que no quisiste escuchar

ya quisiera yo no ser una tarántula sin colmillos

condenada a fallecer y que alguien no quisiera mi muerte,

ya lo sabes te ayudare incondicionalmente porque yo si cumplo mis promesas,

no soy un mentiroso escondiéndome bajo el miedo

te contare después si es que sobrevivo

como duele te arranquen la esperanza,

se volverás cuando necesites que te acaricié la espalda

pobre cachorrito indefenso ya no siento la compasión que me hacía sentir lo mismo que a ti

ahora tengo lastima y me hace sentir mejor a ti

yo acepto mi jodida soledad, mi muerte

no temo morirme salvando lo que amo

ni pido la limosna que tu reclamas,

me rio en silencio y espero…se

volverás, y a las tarántulas le crecen los colmillos

no pudo matarme tu jodida mentira,

tampoco lo hará el hambre

y cuando vuelvas morderé tu mano

mi veneno te hará recordar

todo aquello que jamás tendrás.