jueves, marzo 29, 2012


Otoño 2011, originalmente cargada por Dizzaeriana.


El fantasma cruel de ese amor de hace tanto tiempo que no creo me recuerde. Pero que hiere mis días, uno a uno haciendo inmensas las horas y amargos los minutos, de saberla ajena y lejana .
Y la impotencia inmisericorde de quien me ama y no consigo ser solo suyo plenamente.
Pues el recuerdo de lo inconcluso abruma mis días y evapora mis noches, y solo trascurre el tiempo. Aunque no esté aquí lo está, aun que no me recuerde vive en mi memoria, aun que muera por verla
viviré sin tenerla.......

viernes, marzo 09, 2012

Los sentimientos y observaciones del hombre solitario son al mismo tiempo más confusos y más intensos que los de las gentes sociables; sus pensamientos son más graves, más extraños y siempre tienen un matiz de tristeza. Imágenes y sensaciones que se esfumarían fácilmente con una mirada, con una risa, un cambio de opiniones, se aferran fuertemente en el ánimo del solitario, se ahondan en el silencio y se convierten en acontecimientos, aventuras, sentimientos importantes. La soledad engendra lo original, lo atrevido, y lo extraordinariamente bello; la poesía. Pero engendra también lo desagradable, lo inoportuno, absurdo e inadecuado.

Thomas Mann, La muerte en Venecia

Crecí pensando que el amor era algo temporal. Había aprendido en los libros, las canciones, las películas, en mi familia y en mis amigos que cuando el amor acaba hay que dejar un pequeño luto. Igualmente que cuando está a punto de empezar hay que prepararlo como se prepara una fiesta. Y que cuando dura hay que ser feliz. Pero luego te das cuenta que el amor no es lo que te enseñaron. Es sucio, maravilloso, eterno si se quiere, exagerado, teatral, humillante, impresionante. Y nada más.