viernes, diciembre 16, 2005

Era la noche de San Juan y al otro lado del rió se escondían un grupo de monjas; enterraban un cuerpo, decían entre ellas que era el cuerpo de un niño marit, que había sacrificado su vida con tal de salvar a una jovencita, la cual contaban en el pueblo era una niña poseída(ni tan niña tenia 17 años) por un demonio, y el joven muerto era su amigo, que la trato de ayudar. El viejo Jacob contaba que una noche antes de su muerte, justo cuando la niña comenzaba a padecer de fiebres y alucinaciones a cusa de un malestar, corría de un lado para otro tratando de conseguir medicinas, pero no consiguió nada, que le ayudara a la niña, hasta que muy frustrado llego a la iglesia y se encontró con el padre Benjamín el cual le pregunto angustiado por el estado emocional del niño, que cual era el motivo que lo afligía de semejante manera, el padre Benjamín escucho su historia y sobre todo le intrigo aquellos comentarios sobre blasfemias y gritos horrendos que tenia la niña, el padre Benjamín le dijo que esperara afrente a una imagen de la virgen y que rezara algo que le confortara mientras el regresaba después de ir a tomar algunas cosas de su habitación atrás de la iglesia, pocos minutos el padre Benjamín regreso con su maletín y su traje de mensajero de Dios, tomo al niño por la mano y le dio una bendición, lo miro a los ojos y le sonrió, diciendo no te preocupes todo estará bien, y salieron rumbo a la casa de la niña.

Desde hace tiempo la niña vivía sola con su madre la cual no estaba en el pueblo por haber ido a la ciudad para vender algunas cosa, el niño desde que se recuerda vivía solo en no sabe nadie donde solo sabían que al salir el sol era el primero en el pueblo trabajando y al meterse era el ultimo que partía, el padre Benjamín los conocía bien a ambos el sabia que eras bunas personas. Cuando llegaron ala casa de la joven, notaran una mariposa que rondaba una ventana, el padre Benjamín le dijo l pequeño que tuviera valor que este tipo de cosas pasan tan seguido que a veces se olvidan que son rarezas del señor, entraron el padre Benjamín saco un crucifijo y se lo entrego al niño le dijo que lo manutuviera en alto y con fe, el saco un libro extraño y viejo y se acerco a donde estaba sentada la niña, el cura menciono rezos en lenguajes antiguos incomprensibles para el niño, y la niña comenzó a desvanecerse en la habitación cayo desmayada.

El niño corrió a levantar a su amiga y le pregunto al padre que ocurría el le dijo que le había puesto a dormir para que su enfermedad saliera que esta noche estarían atentos para curar a la niña, el joven no entendía pero confiaba en el padre después de todo era amigo el único amigo que tenia desde que el recordaba. El padre Benjamín fue a la cocina y preparo café se sentó a fumar su pipa y releía ese viejo libro, el niño solo lo observaba hasta que horas mas tardes la niña grito espantosamente sin despertarse y una figura oscura como una sombra salio de la boca abierta de la joven el padre Benjamín se levanto de la silla y arrojo la pipa sin darse cuenta donde caía tomo su libro y un crucifijo que enterró a la criatura esa la sombra grito y sangraba el padre Benjamín menciono cánticos in entendibles para la gente que no conociera de estas cosas, y la sombra desvanecía en el aire.

El niño que miraba todo desde atrás quedo sorprendido y apunto de aterrorizarse por la imagen pero miro a su amiga en la cama que despertaba y la fue a abrazar, el padre benjamín los vio y sonrió, pero no contó que aquella bestia aun no moría sino simplemente su figura se volvió etérea y ataco al niño matándolo al momento de robarle su alma, el padre Benjamín enfurecido evoco todo su conocimiento y logro atrapar en sus a manos a ese demonio y lo estrangulo hasta dejar un pútrido cadáver que se fue haciendo un liquido viscoso de un oscuro tono café.

La noche prosiguió y el padre Benjamín llevo a la niña al convento, también cargo con el cuerpo del niño y le dijo alas monjas prepararan un buen funeral pues este niño había muerto por esta niña y el ya se encontraba en el cielo. El padre Benjamín marcho hacia la ciudad a encontrarse con un señor que conocía de magia tan antigua y prohibida que el estaba seguro podría revivir a los muertos. La noche de San Juan continuaba y la monjas enterraban al niño mientras que una niña vestida con un vestido blanco lloraba y tejía una cobija de flores para un niño…


Lo mejor de tener amigos,
no es saber que ellos te protegen.
Sino saber que tu puedes protegerlos.