Relatos de un mundo Depravado
Que importante es mirar hacia atrás y comenzar con el génesis de los sucesos, la literatura nace como un hecho casi sagrado, un arte de algunos para entender el universo y los dioses, no quería reflejar la realidad, al contrario quería mostrar una visión mejor que la realidad. Con el paso del tiempo, la mimesis en la literatura cambia para extrapolar los sentidos y crear espejos, de personas, culturas o ideas, aun sosteniendo la primicia de que la realidad no existe en la literatura. Hoy en día podemos encontrar que existe literatura realista, o que está fuertemente ligada con representar la realidad; Relatos de un mundo Depravado es un autentico libro exponente de el sentir humano, de ese sentir que nos pertenece y poco exploramos, el sentir de aquello que nos puede oscurecer el alma, pero están presentes en nosotros; la crueldad, la soledad, el miedo, la desesperación y la tragedia van de la mano unidas por las ideas que Davo Valdés presenta en sus relatos.
Estos relatos, auténticos herederos de los cuentos crueles, que escribió Villiers, poseen ese impacto pasional de mostrar la naturaleza humana, esa naturaleza que atemoriza saber se tiene y que es un tabú encasillado en la maldad, cuando en múltiples ocasiones es solo el reflejo de circunstancias o culturas, la crueldad que presenta Davo, es digna de mencionar tiene el mismo encanto que los cuentos crueles de Villiers; aterrorizar al lector y hacerlo pensar, con esto no me refiero a que son cuentos, de terror, al contrario son una realidad acomplejada por una época de cambios y rapidez absoluta, el terror ocasionado por estos relatos se encuentra en que el lector puede identificarse en pensamiento al menos, porque asumo que ninguno de nosotros podría pensar en comerse la pierna de alguien, y si es así me parece que es el momento de buscar ayuda psiquiátrica o conseguir un recetario de cocina gourmet humana.
A lo largo de los relatos presentados en este mundo de depravaciones, encontramos un sendero marcado por veladoras iluminando una oscuridad en el corazón y el alma, la muerte, el miedo, la vida, la ira, pasiones humanas que autodestruyen o condena, el recuerdo infinito, que trasgrede, son los motivos de los relatos, en su mayoría realistas, presentados en mini ficciones y relato corto, escritos con una buena técnica y desarrollados en una estructura peculiar que indican a Davo Valdés como un lector experto de los maestros literarios del relato de terror, de misterio y sobrenatural, encontramos que el sendero por el cual nos conduce, tiene un fin singular y rico en contenido de imágenes y alegorías.
No se pude decir que los Relatos de un mundo depravado estén llenos de símbolos, al contrario en conjunto son un símbolo del decadentismo, un tópico literario muy común en la literatura, tópico que nos muestra el cambio de la cultura, el momento en el cual la sociedad se enfrente a las leyes o como sufre estas leyes sociales y momentos, o simplemente como el ser humano se degenera así mismo en una autodestrucción colectiva, por medio de los excesos que ellos mismos crean, negando la posibilidad que la pasiones puedan someter al raciocinio y es que es un placer dejarse llevar y sentir éxtasis. Porque después de todo, sentir es recordar que estamos vivos. Toda literatura de alguna forma es una crítica social de su época y momento, en Relatos de un mundo Depravado, podemos mirar claramente no una crítica establecida, pero si un recordatorio de que estamos viviendo en esta era, en este mundo, en el continente, en este país, encontrándonos con Relatos que viajan de la mano con la realidad. Como vástagos gemelos, realidad y ficción se leen enseñándonos que cualquier día uno de estos relatos podrían aparecer en algún noticiero de horario estelar o periódico de nota roja.
Son en una forma hermosa, “crueles”, flechas disparadas contra determinados aspectos de la sociedad que nos ha tocado vivir, situados en un mundo urbano, los relatos de Valdés representan esa corrupción de sentimientos, los cuales no son ajenos a estos tiempos son universalmente trasgresores porque la inmediatez de sus letras se hace universal al tratar tópicos tan humanos como, la ira, la decepción, el miedo, la frustración y el arrepentimiento, enmarcados en la ciudad o cercanías de este, en hoteles, en casa, a mitad de la noche y bares, los Relatos que viven en este mundo depravado, la gente que vive en este mundo, puede tomar el té, comer, fumar, coger o caminar como cualquier persona cotidiana, pero en medio de sus perturbaciones, su vida gira en torno al cataclismo decadente que el autor muestra con maestría y delicadeza, dota de ironía a sus textos pero también de un sentimiento de impotencia ante la realidad cotidiana que nos puede acechar. Con una mezcla de ironía terror y crueldad, evocadas en la creación de la palabra no son una broma al más fino humor negro, ni un manual de conciencias, son crueldades ficcionales, que atrapan y dejan pensando, al lector, en un Mundo depravado cualquiera de nosotros puede ser de quien hable algún relato, tarde o temprano se presentaría esa posibilidad de vivir alguna de esas historias.
Un mundo depravo puede ser un feroz y certero golpe a la moral, a la conciencia al cerebro humano, matizado, su exquisita sensibilidad al relatar, puede conmover asquear o hacer que se revuelva alguna tripa, al más puro estilo del cine gore, algo genialmente expuesto en Ocio Mórbido, dónde la curiosidad, es la fuente de un viaje a la morgue, es morbo, es interés, es solo lo humano que se quiere enfrentar a la muerte. La muerte une bien a estos relatos, en su mayoría es el parte aguas que junta las diferencias de los personajes y los relatos, algunos muertos irónicamente, en la tranquilidad de sus hogares agredidos en la fatalidad de un disparo como en Guerra de Pandillas, o en la desesperación, y miedo de La Caja, que finaliza con una muerte meta o física.
Por otro lado tenemos relatos como A mi tío.., o Retrato de una boda, dónde la ira es el motor del relato, venganza, rencor, se exhiben estremeciendo en esos relatos cortos, bien planteados, cerca de esos relatos Cuarto de baño y Hotel Buda, son ejemplos de mundos autónomos en la mente de las personas, dónde el miedo y los recuerdos trasgreden dejando sensaciones más complejas, pero que sin duda el mundo ya no es más que esos lugares. Llenos de lo sobrenatural, Hombre lobo y La cena, son representantes de la anturaleza humana. Los relatos de Davo Valdés, son sinceramente una puerta de todo aquello que existe pero no queremos hablar, porque supongamos que tengamos esa posibilidad de poder tan siquiera pensar en ello, o acaso nadie ha pensado en matar a alguien o visto como aluna persona que se conoce, sólo espera terminar su vida entre alcohol o algún arma, amar a la muerte o comerse a alguien que ama como en Pesadilla, ¿que acaso no te comerías con satisfacción la pierna de un ser amado?, lo irónico en ese cuento es la traición de no cenar juntos, así son los relatos de Davo, irónicos, en su tenebrosa crueldad.
Los Relatos de Davo Valdez saben jugar al pop cotidiano de la vida y a la melancolía, del sentir humano, van con la velocidad de las pasiones, convirtiéndose de miedo a ira en segundos y el ensimismamiento de un yo abstracto en la locura de los recuerdos que traumatizan. Poseen texturas que al final te dejan con la sensación de la posibilidad de ser uno el protagonista de alguno de sus relatos, no es extraño Relatos de un mundo Depravado no es un espejó de realidad, no es una realidad absoluta del mundo, es el mundo en el cual estamos sometidos, por la adicción de encontrarnos con valores humanos no expuestos, por los tabúes y la crueldad natural de la mente humana, las acciones que ejercen las manos y los pensamientos mas bizarros y oscuros, son perturbadores de quien no es capaz de enfrentarse así mismo y entender que nacemos con luz y oscuridad, y que muy pocas veces se puede encontrar en un buen libro de relatos.