jueves, enero 05, 2017

¿Qué pasó con la caballerosidad? ¿Es que sólo existe en películas de los 80? Yo al menos sé que puedo ser como John Cusack sosteniendo un estéreo portátil afuera de tu ventana. Es más Quiero cabalgar sobre una cortadora de césped como Patrick Dempsey. Esperaría fuera de la iglesia por ti como Jake de Sixteen Candles. y siempre levantaría el puño en el aire como Judd Nelson porque se que te conquiste. Sólo una vez, yo quiero que mi vida sea como una película de los años 80. Preferiblemente un impresionante número musical sin razón aparente. Pero, no. No, John Hughes no va a dirigir mi vida.
La única forma de escribir un poema nos la resumió en tres versos Jaime Sabines, tres versos de ese gran poema que es Algo sobre la muerte del mayor Sabines.
(Me avergüenzo de mí hasta los pelos
por tratar de escribir estas cosas.
¡Maldito el que crea que esto es un poema!)
¡In nomine Drakonis!
¡Mummu Hubur, muévete y surge, despierta de la oscuridad!
¡Despierta del abismo!
¡Ella es la que tiene un rostro terrible cuando es vista!
¡Ella es quien se devora y se traga la vida!
¡Ella es quien le brinda la vida a aquellos que la ven su rostro!
¡Mummu Hubur, engendradora de dragones!
¡Voy hacia ti, como tu amante, como tu hijo!
¡Oh Gran Diosa Dragón!
Yo soy el inquieto día y la inquieta noche.
¡Busco transformarme e inflamar mi materia de oscuridad!
¡Con la flama que me dio mi padre, yo te llamo, soy quien tiene la sangre de Qingu, yo soy el rey de esta llama!
¡Dentro mío, trasformo mi sangre en veneno, en el néctar de los sabios!
¡Llena mi cuerpo con veneno y conviérteme en un feroz dragón, envuelto en los terribles rayos de tu mirada!
¡Busco la auto-deificación!
¡Con tu fuego yo quemo mis debilidades y emerjo en una forma divina!
Traeré a tus hijos a este mundo.
Mi espíritu se alzará y venceré todos los retos.
¡Yo te llamo, Dragón Mush-Hushshu, Lahmu Serpiente Cornuda!
¡Yo te convoco!
¡Lléname de poder con tus armas, manifiesta mi deseo.
¡Mummu Tiamat, envenéname como la noche, ilumíname en el ardiente día!
Yo convoco a tus hijos para que me llenen de poder:
¡Hombre Buey!
¡Hombre Pez!
¡Demonio Umu!
¡Hombre Escorpión!
¡Perro Rabioso!
¡Demonio Ugallu!
¡Héroe Lahmu!
¡Dragón Mushussu!
¡Serpiente Cornuda!
¡Serpiente Gigante con Sangre Venenosa!
¡Realiza este hechizo sobre mí, así seré como mi padre Qingu, el más grande en las asambleas de los Dioses!
¡Modelare mi voluntad y mi deseo con la oscuridad olvidada!
¡Como tu hijo y amante, Mummu Hubar surge en mí, y lléname con tu poder!
Salamu Tammabukku, Elu, mush, mush, Elu, Nekelmu Ina.
Salamu Kishpu Ina, mush elu, mummu tiamat elu.
¡Ahora bebo de las aguas primordiales del abismo!
Bebe ahora del cáliz y visualiza tu espíritu transformándose en la imagen de un Dragón Medita por un tiempo y ábrete a las visiones que Tiamat te brinde.
¡Que así sea!
¡Ho Drakon Ho Megas!
En mi castillo de la Memoria
Mi espíritu tiene la necesidad de ti
Mi cuerpo no descansara hasta que te encuentre,
porque te amo y no existe futuro para mi
sin que tu nombre no resuene sobre el mío
contengo en mí la fe sin precedente
y el deseo eterno de que entre ambos
crearemos un Universo Cenital
un cosmos cuántico
donde habiten tus estrellas y mis silencios,
los Dioses sin nombres que nos escuchan
y esa danza silente del Infinito que nos pertenece a ti y a mí
en mi castillo de la Memoria
tu y yo danzamos mientras el eco de nuestros pasos
resuena en las almenas más allá de las palabras,
tomados de la manos escuchando la voz del tiempo en la oscuridad,
¿Y que si tengo que bajar al infierno a buscarte?
no me importa,
porque soy el único que puede ir y regresar quien intentara salvarte
por mucho que te pese, por mucho…
que me pueda llegar a pesar a mí.