sábado, diciembre 03, 2005

A: Gaby Astorga,
siento el haberme dejado entusiasmar con hades infames,
cuando lo que yo que quiero es un ángel



Aun me emociono cada vez que suena el teléfono,
en mi correo electrónico ahí un mensaje nuevo,
por ser modos de nuevos aires de noticias frescas de ti
que si talvez aun me recuerdas y que talvez piensas un poco
en ese infierno que aclamaste alguna ves te hacia feliz,
o cada vez que suena el teléfono
corro tropezándome entre los libros
para contestar antes de que deje de sonar
aunque se sea algún cajero del banco
o vendedor de algo vía fónica,
tengo la pequeña esperanza
de saberme en tu pensamiento
aunque sea como un efímero recuerdo
solo por eso me conecto a Internet
pago el teléfono,
aun sabiendo nadie llamara,
y no pierdo mi fe
aun conservo eso
todo lo demás se ha perdido entre lagrimas y copas de vino
enredado entre el humo olor a maple de mi pipa
si he comenzado a fumar a beber
no preguntes porque
solo paso, como la gente igual cambio
tenia que hacerlo,
no podría ser siempre el mismo imbecil que te hizo marchar
ahora solo soy el imbecil que te espera sin cesar.