domingo, mayo 06, 2018

Religión y literatura son dos grandes ámbitos, que desde sus orígenes se encuentran doblemente unidos. Por un lado, las grandes tradiciones religiosas se fundan en Sagradas Escrituras, las cuales tuvieron por su parte un alto rango literario a nivel universal.
Por otro lado, las literaturas nacionales modernas surgieron dentro del ámbito religioso. El quiebre entre el cristianismo y la literatura, es decir, la separación y la creciente autonomía de la cultura respecto del ámbito del cristianismo, se produjo a pasos acelerados desde el siglo XVII en adelante. Cada vez más se impuso el conocimiento autónomo del arte y de la literatura, tendencia que se consolidó definitivamente a comienzos del siglo XIX dentro del proceso de secularización.
Benditos aquellos,
que son hermosos, como Vespere, hermosos que encantan con tan solo su presencia,
hermosos como niño con ojos de demonio, alegraos mounstros nadie derramara
lagrimas por nosotros.
Mi cuerpo fue devorado, por un ser negro, que elimino mi cuerpo, solo una cosa me permitía sobrevivir, mi alma se había cristalizado y permitía en un extraño caso de simbiosis mantenerme vivo, le buscaba cuerpos y seres vivios para que se alimentaran y el de alguna forma cristalizaba mi alma para que se mantuviera intacta y no irme al otro barrio.
Me habrían sentado bien dos copas de absenta mientas jugaba con el Tarot Etrusco, pero en verdad me gustaría estar trabajando, y no jugando. Tan ocioso no me hallo. Así que hagan ustedes el favor de confiar en mí porque a pesar de la apariencias de locuelo (qué culpa tengo yo de ser virgo) soy de las personas que trabajan más seriamente con el Tarot, (razón por la cual me permito el lujo de hacer escándalo) las cartas siempre dicen la verdad… al menos a mí que soy confiable y les trato con respeto.
Esto que ves soy yo,
ni mas ni menos.
Un pedazo de ser…
un trozo de no humanidad…
un puñado de risas
un montón de sueños.
Una cuota de locura…
un pedazo de dulzura
con toda mi sinceridad.