Danielle y Tisha
Oscar Carbajal
Danielle, la
pequeña niña, salio por la mañana de su casa, camino hasta el mercado, en donde
la señora Juana tiene su puesto de frutas, Danielle caminaba, saltaba y no noto
que la gata Tisha le seguía, la gata Tisha, amiga desde pequeña de la niña es
una gata blanca, hábil cazando mariposas, pero temerosa de los ratones, es muy
listilla siempre conseguía trepar hasta la copa de los árboles para atrapar a las
mariposas.
Danielle se
acerco con la señora Juana estiro la mano y le dio dos monedas, sonrió y puso
sus manos atrás en su espalda viendo atentamente como la señora Juana, sacaba
de debajo de una mesita una enorme caja
con frutas; cañas, mandarinas,
tejocotes, plátanos, jícamas y manzanas, Danielle sonrió, tomo la caja, la cargo como pudo y saliendo corriendo
directo a su casa de la emoción, Tisha maulló y corrió detrás de la niña.
Toda la tarde
Danielle elaboro un divertido plan de cómo decorar su ofrenda de día de muertos
ella estaba muy emocionada, la noche del primero de noviembre le encantaba,
pero mas le gustaba salir a jugar y espantar cada vez que tocaba la puerta de
las casas para pedir para su
“calaverita”
Cuando Danielle
termino de ver toda la fruta que la
Señora Juana le dio, vio que Tisha se había comido alguna fruta y reprendiendo
al gato lo llevo a darse un baño, Tisha se resistía pero al final cedió y se
baño. Danielle preparo su ofrenda,
coloco en una mesa con un mantel blanco; agua, harina y sal en recipientes,
para que los muertitos hicieran su pan, con la fruta hizo montecitos y sobre
ellos, esparció pétalos de cempaxúchitl, puso algo de comida, algunos guisos
que su madre había hecho, también puso dos panes de muerto enormes y al final
coloco 3 veladoras, para iluminar el regreso a casa a los muertos, que su madre
encendió.
Ya era noche
y Danielle ansiosa, preparo su disfraz, tomo su ropa, se vistió de algo
parecido a una calavera de azúcar, aunque en realidad lo que ella buscaba era
ser una pequeña catrina, retoco sus
labios con un labial rojo que minutos antes había tomado del cuarto de su mama
sin que ella se percatara de ello, acomodo su cabello para que su cara estuviera
descubierta, le llamo a Tisha, tomo una hermosa calavera de plástico pintada con colores, azul, y rosa pastel,
salió de su casa.
Afuera en la
calle todo lleno de luces, fantasmas, muertos y brujas, saltaba de alegría,
toco puertas y puertas extrayendo gritillos y muchos dulces, alguna que otra
moneda, Tisha se asomaba detrás de las piernas de Danielle, o a veces desde la
calavera de plástico donde Danielle iba
guardando sus dulces y monedas, otras solo estaba allí viendo como Danielle
disfrutaba del día de muertos. Danielle estaba contenta, sonreía poco después
de todo si quería asustar a la gente no podría estar sonriendo todo el tiempo...