jueves, agosto 24, 2017

Escondemos la victoria bajo la bandera amarga de un envejecido reloj,
La frontera elástica de nuestra patria abstracta deshoja los planetas,
Ahora sé: yo soy el triunfo en una estrella inconsolable del fin del mundo.
La corona de la victoria ha perdido toda su intención circular
se alinean sus perlas y gemas en mi brazos.
Aquí nadie ha olvidado que la derrota es un ojo que cae en una profunda oscuridad.
La muerte así desde siempre objeto de reflexión y especulación para el hombre de todas las culturas a través de las manifestaciones rituales artísticas filosóficas podemos intuir cuál era la relación de las diversas culturas con tal fenómeno Ing ineludible y que consuma menos INEM ineludible informa la muerte integrado en las creencias religiosas el Suso y la relación del hombre con la muerte es una determinada cultura a través de sus textos nos lleva a mí ni mis tíos son unos de influencia interacción esto es especulación es con los pueblos que estaban en contacto en una determinada área geográfica lo que nos ofrece una riquísima información acerca del complejo de complejo desarrollo mi chico y ritual vamos en el Mediterráneo y regiones limítrofes de la antigüedad
Al menos el lenguaje no me engaña. Cuando "lo paso bien" tengo una aguda conciencia de que lo paso, esto es, de la fugacidad del tiempo en fuga irrevocable...
He de aprender a vivir con eso, todavía. Y a disfrutarlo. Este verano estoy teniendo mucho campo para entrenarme, por fortuna. Como Leonor está de vendimia, con unos horarios de emergencia nacional, me ocupo yo mucho de los niños. Y qué bien, de verdad, me lo estoy pasando. Tanto, que ya dobla el verano su última esquina.
Ayer, a cuenta de todo esto, se me ocurrió un apotegma que no valdrá mucho como poesía, pero que sí sirve para cerrar el próximo tomo de mi diario, que estoy preparando estos días, y por eso, perdón, tanta intermitencia en Rayos y truenos. No consigo estar, a la vez, mirando atrás, corrigiéndome, y hacia adelante, avanzando. Ya me pasó las otras veces: o recopilo o esparzo. Pero me despisto y me voy por las ramas. Mi lema es éste:
Como de la vid el vino,
de la vida viene el himno.
Sigo reiniciando y reseteando cosas
sin éxito
Ya le consulté a las brujas, el tarot
un cuervo, una sibila, mis muertos
al cura…

y cada uno me da un libro
al que acuden
cuando tienen que mandar a arreglar
su estado de ánimo
No sirve
Devuélvanme lo que jamás tuve;
llévense mi tiempo
Ya salí a dar una vuelta
ya me senté a leer un libro
ya dormí una siesta
ya me fui a bañar
ya me hice fan de un equipo
ya empecé una carrera
ya la dejé
ya busqué un trabajo
ya me fui de viaje
ya intenté creer - no creí
Voy a probar
pero solamente porque es la última opción
lo demás no funcionó
yo quiero resultados
Por eso mismo
Y porque racionalmente parece que funciona
voy a empezar
a coleccionar retratos de mis suicidios intelectuales
Quisiera cerrar los ojos y así suprimir temporalmente lo físico. Escucharte, tan solo escucharte. Que me hablas con esas palabras tan rebuscadas que usás, las que tan lejos me llevan, las que siempre siempre me alucinan. Que, en el momento indicado, cuando crestee la ola de sensaciones, me toques; me seduzcas, me acaricies. Que me saques la remera y después el pantalón. Que con tus dedos bajes sutilmente. Que, después de seducirme, después de desnudarme de alma me desnudes de cuerpo. Que me lleves a las partes más húmedas del paraíso.
El fin de los tiempos,
la primera señal fue la plaga de libélulas
la segunda, la invasión de los gallos que cantaban día y noche
después los fatales efectos de las bebidas carbónicas
Soñaba con signos en el cielo,
antes del amanecer salía a recorrer
la ciudad bajo el ensordecedor rugido
de los helicópteros, las farolas seguían encendidas
pero el azul tinta nocturna había desaparecido,
sustituido por el extraño color de las burbujas...
el último día, me compre un perro y lo llame exterminio..