Obituarios

"Los demonios que llevo dentro
tienen la culpa de mis pensamientos"
dice David Cordero
en "Que el caos se apiade de mi".

Harpía

Ella es como un tifón,
una silueta desprendida de mi cuerpo,
trozo de mi corazón y el restante
de mi alma
soñé con sus ojos,
baje la mirada imaginaria
hasta tus pechos, quise tocarlos
y descubrí que no tenia manos,
recibí el insulto de tus piernas inquietantes
cuando te marchabas….
cada segundo es una primera vez
cursando las ideas
me muero fantasma
hoy es un buen día para los justos
no encuentro otro modo para ocultar
las marcas de tus uñas sobre mi piel blanca
ni el aliento que retumba en mi boca
mis labios secos
caen desmoronándose y mi mirada muere
las manos regresan
las he sacado de un abismo efímero
no son recuerdos
ni predicciones
es cura y veneno
pasión bizantina decorada
con el menosprecio barroco de la vida
mi vida injusta pretensión
conjuro de nigromantes babilónicos
erigida en el crepúsculo de una babel mental
que me invoca miles de lenguas en mi mente
y ninguna que comprenda bien
ah!! Ruido..
detente cielo…no caigas mas
detente tierra… no te levantes mas
que no soy un ángel para llegar al sol,
ni perdido en un laberinto busco salida
solo estoy sentado en reflexión
para llegar al clímax y no explotar con el
será el suicidio la forma reveladora de conocimiento
disponer de la vida misma como si esta nos perteneciera
será el suicidio una salida para tener alas y volar
o solo el camino de regreso a casa,
agónico aquel que posea la entelequia para comprender
del dolor y la melancolía
una sonrisa,
ojos cansados míticas ojeras…
el tifón comienza a derrumbarme
soy una duna de sal
y miles de impacientes fragmentos de mi
se van con el tifón,
con los ojos, entre sus manos y debajo de sus piernas…
todo va cambiando
es parte de mi y no lo es
estamos unidos y no lo estamos
yo solo, como torre de guardia en un desierto
tifón malicioso,
siempre has de llevarte un suspiro mió
soy yo el bobo de la mitología
un árbol solitario,
construido con arena,
tifón derrúmbame llévame contigo…
es tiempo de oscuridad
y me aterra el silencio que existe,
no soy un ángel para tener fuerzas impresionantes,
ni siquiera he de saber si existo
o simple seré, idea del tifón
de sus manos y sus ojos de sus piernas,
de su mente que me escribió…
me muero…
con cada segundo es una primera vez

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Duermen los Sueños

No menciones nada de Ángeles
que aun me asustan
mejor cuéntame las leyendas de los rebeldes
que a causa de de su avidez de conocimientos
fueron expulsados a los infiernos como alguna ves nosotros lo fuimos al tierra
cuéntame de esos abismos interminables de sabiduría
del precoz olor de tinieblas
háblame de eso y te contare la melancolía del saber
de la tristeza de la sabiduría
de la infinita soledad que es conocer el mundo…
cuando llegue era un pequeño
y ahora sigo siendo el gigante que todos temen,
no soy lo suficientemente arrogante para devorarme
una o dos lunas,
es tan difícil pasear de incógnito en el infierno
mira estas alas las ves bien siéntelas
resucita tu tacto
con instantes de soledad,
ya no puedo volar mas,
solo soy una leyenda algo que se extinguió
es mejor que no menciones mi nombre
pueda que el tiempo me lo arrebate
anda ve con los abuelos
ellos te contaran del tiempo en donde volábamos en el cielo
no importa se traté del infierno algún día volveré al paraíso
aquí es lo donde yo llego silencio eterno,
no existe lugar en este universo para entes como yo
no me vengas a hablar de ángeles que me deprime tanto
la nostalgia de haber sido uno
ahora ser un temor antiguo
ni demonio majestuoso
solo soy lo que resta de mi
aquí que da lo que fui
no me insistas mas historiador
no encontraras nada valioso en mi espalda
fue arrancado con mentiras,
háblame de los demonios
dime de que color son su ojos incítame al pecado
devuélveme mis sonrisas
trasfórmame en maldad universal
o misericordia divina
es lo mismo para mi una estatua del campo santo
soy tu imagen y tu mi semejanza
cuéntame de demonios
que yo te hablare de los ángeles
del tiempo en que fuimos dioses
vanidosos moustros
devoradores del mundo
caballeros majestuosos con armaduras de plata
con una mano habríamos el suelo
con la espada cortamos el cielo
y caímos tan profundo tan adentro
por pasiones mortales
querer sentir ser nosotros y no una superstición
cómo nos trasformamos en sueños
te interesa saber eso
del como la eternidad nos castiga en la oscuridad
somos el conocimiento antiguo y nadie quiere escucharnos,
ángeles o demonios,
solo cuentos que alguna vez se contaron,
ahora los adornos en la iglesia de la portada
de la catedral de Compostela,
quiere que te cuente mis historias
ven, búscame en la muerte y en olvido
te mostrare que cualquiera puede ser como yo
tan solo debe saberse con la arrogancia de querer conocer el fin del mundo
y los secretos que están esperado por ti…