Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
“La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante. Y yo no diré mi poema y yo he de decirlo. Aún si el poema (aquí, ahora) no tiene sentido, no tiene destino”
Alejandra Pizarnik, de La extracción de la piedra de la locura.
Bello, hay una actividad comunitaria en los blogs, que es completar un cuento poco a poco. ¿Quieres participar?
ResponderBorrarEn mi última entreda está la historia.
un beso, mi cielo.