Juego a las cartas, no sin esperar respuestas concretas, juego a las cartas por sentirme en la tradición vieja, por llevarme todo en un sublime viaje al pasado donde se originan los mitos y los astros, donde la magia aun es magia y no es como ahora una superchería, tomo las cartas, las barajo, los viejos arcanos hablan conmigo y entienden, yo hablo con las cartas como si fueran fantasmas, espectros del ayer, y como siempre la respuesta "SOLO", no me importa ni me quejo, ni le temo, que mas puedo tener nada, solo la conciencia de que yo si lucharía sin perderme, sin desfallecer, por ti, siempre, que yo lo daría todo absolutamente todo, si los dioses quieren mi alma la tendrán, si quieren mi cadáver, lo tendrán, si quieren mi cordura la tendrán, si quieren mi sangre en una copa, se las entregare en el grial, ah si amor eso es lo que me salva lo que me indica que puedo vivir, aunque todo sea soledad abrumada soledad, regreso a casa, las cartas hablan, ah y el cráneo, si el cráneo que tanto miedo me da tomarlo y hablarle, siempre contesta siempre me dice lo que yo se, me recuerda mas bien mi lugar, ayer era una especie de mamífero, experimento antropológico o taxidérmico, antes era el causante de lastima, de una investigación rigurosa y cruel si ella, la recuerdo, era lastima, lo se lo compruebo era su morbosa necesidad de saberse única, y poderosa, de estudiar como es la mediocridad, excedí mis limites, mi corazón ya no aguanta mas, mi pecho me duele todos los días algo de ahí quiere explotar, mi cerebro el mas atrofiado, se ha condenado aguantando todo, o pobre, mi cuerpo ya también acabado, talvez en estos días colapse, me de un coma, o simplemente me apague, releía tus correos,(para mi eres el sueño mas querido) y todo se vino abajo, a veces a mi también me hubiera gustado acompañarte y tomarte la mano, pero ya no, no se que quiero, ¿descansar? ¿no saber nada del mundo?, regreso a casa, es noche y la soledad es abrumadora, moriré solo lo se, pero me fío de que cuando este muerto, no estaré solo, no debí nacer, no debí creer que podía cambiar el destino, ah idiota maldito que soy, tonto ingenuo.
Mi alma necesita de ti,
mi espíritu necesita de ti,
mi corazón necesita de ti,
mi cuerpo necesita de ti,
lo cordura nenecita de ti,
mi vida necesita de ti,
nenecito tu me necesites a mí…
El juego de cartas... Nunca salen de la misma manera. Por eso... hay que insitir, aunque no importe ganar. Gracias por el link; el tuyo también está en Historias... Un beso.
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