Soy un Caballero que gusta enamorar Ángeles, Hadas y Princesas en las sombras del misterio, ocultando ahí su fealdad, como el infante hijo de la opera, cuando eh de tenerlas en mis manos les arranco su alma violentando su vida entre mis instrumentos, en una salvaje pasión…Les doy un boleto de regreso al cielo, traigo versos de muerte y canciones de amor venenosas, soy una aberración natural condenado la soledad, el loco de dios, el que sea quitado sus alas para poder amar, la estatua guardián que yace ahí donde te pueda ver y cuidarte muñeca rota…
Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario