jueves, enero 14, 2010

la Patrística

Tres figuras dominan el horizonte de la Patrística: San Agustín, Orígenes y San Ireneo. La producción del último, inmensamente inferior en cantidad a la de los dos primeros, parecía señalarle como el más indicado para ediciones, version...es y estudios de toda índole. No es así. Abundan artículos sobre puntos concretos, pero escasean estudios globales que se ex-tiendan con uniformidad sobre su dogmática. Es un autor difícil. Perdióse el texto original. Afortunadamente, sus antiguas versiones ofrecen garantías suficientes.

Su magna obra —el llamado Adversus haereses-- arranca del estudio personal de los sectarios por Ireneo. De aparente sesgo polémico, el Adversus haereses es tal vez la obra doctrinalmente más densa de la Antigüe-dad cristiana. Al socaire de anotaciones al parecer polémicas, desarrolla multitud de temas dogmáticos, de inusitada hondura y coherencia. La dificultad reside en precisar las ideologías contrastantes.

La documentación gnóstica hasta hoy conocida, aunque fragmentaria, era de un tecnicismo perfecto; mas, por su extraño lenguaje mítico, no invitaba al estudio con garantías de éxito. De ahí el problema del método. Análisis antes que síntesis. Atención singular a lo teológico (cristiano), sin distraerse al sincretismo. Estudios sobre los gnósticos los había buenos; con base literaria indirecta, no muy copiosa, técnicamente válida, pero orientados hacia el comparatismo. Trabajos sobre San Ireneo tampoco faltaban; pero autónomos, no abiertos a las ideologías heterodoxas. La biblioteca gnóstica de Nag Hammadi ha ampliado últimamente las bases literarias, con aportaciones positivas en el campo dogmático y de exégesis escrituraria. Lo que permite definir mejor las tesis combatidas por el Santo.

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