La crisis que puede contener mi cuerpo
es esta putrefacción de momentos,
contrincantes en la dicótoma de la vida
¿amar a la muerte
o enamorarme de la vida?
me quemare, me quemare, me quemare
para que el cuerpo sea humo y cenizas, polvo a la tierra humo al cielo
dónde el paraíso me abrace paganamente
dónde mi madre tierra me bese el pecho
atado a la muerte,
pobres huérfanos
niños inocentes como yo
ingenuos sacrificados en el tiempo y la convicción de mundos mejores,
duelen las llagas,
duelen los clavos,
duelen los pulmones,
duelen las manos cortadas y lo ojos devorados por los cuervos,
paz, un poco como regalo póstumo al sufrimiento
mas extravagante,
¿puedes reconocer mis gemidos?
antes cantaba como poeta,
ahora sólo chillo
pidiendo el rescate de mis ausencias,
terribles cantos paganos como conjuros
para evitar mi cuerpo estalle
lagrimas, inciensos y plumas de gallo negro,
los venenos no pueden dañar a este corazón adolorido
más de lo que quisiera...más de lo que se merece...
me convertí en una solitaria criaturas de dos patas
buscando la mitad restante
en la muerte,
aficionándome a la vida con el resplandor de una sonrisa fingida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario