domingo, febrero 20, 2011

La crisis que puede contener mi cuerpo

es esta putrefacción de momentos,

contrincantes en la dicótoma de la vida

¿amar a la muerte

o enamorarme de la vida?

me quemare, me quemare, me quemare

para que el cuerpo sea humo y cenizas, polvo a la tierra humo al cielo

dónde el paraíso me abrace paganamente

dónde mi madre tierra me bese el pecho

atado a la muerte,

pobres huérfanos

niños inocentes como yo

ingenuos sacrificados en el tiempo y la convicción de mundos mejores,

duelen las llagas,

duelen los clavos,

duelen los pulmones,

duelen las manos cortadas y lo ojos devorados por los cuervos,

paz, un poco como regalo póstumo al sufrimiento

mas extravagante,

¿puedes reconocer mis gemidos?

antes cantaba como poeta,

ahora sólo chillo

pidiendo el rescate de mis ausencias,

terribles cantos paganos como conjuros

para evitar mi cuerpo estalle

lagrimas, inciensos y plumas de gallo negro,

los venenos no pueden dañar a este corazón adolorido

más de lo que quisiera...más de lo que se merece...

me convertí en una solitaria criaturas de dos patas

buscando la mitad restante

en la muerte,

aficionándome a la vida con el resplandor de una sonrisa fingida.

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