En el final encontré sólo ruinas de una ciudad de leyenda,
la funda de una espada arruinada por el olvido
y las ropas hermosas empolvadas por el tiempo,
todo ese mundo se convirtió en cenizas blancas
como la niebla que proteges a las islas,
y escuche los susurros de las viejas hijas de los Shides
danzando junto a las hogueras de la montaña,
me invitaron a pasar al palacio construido con fe y verdad,
tan inmaculado que podía sentirse vida adentro
de los muros y habitaciones arcanas,
y el esplendor de las grandes historias en los estandartes y murales
hablaban de las grandes gestas,
de las hazañas entrañables y las defensas bienaventuradas…
bajo el mando de un gran señor que lidero
a sus caballeros airosos expulsando el miedo y conquistando
su tierra perdida de la ruina…
ahora las noches cantan y se escucha en el viento entre los arboles
sus leyendas de cómo cruzaron la línea entre el bien y el mal
derrotando a la muerte misma
despojando sus nombres del olvido
perdurando hasta hoy
quedando por siempre en el recuerdo
de las banderas que ondean
en las ruinas del mundo glorioso que ha dejado tengamos
la esperanza se seguir adelante.
jueves, diciembre 29, 2011
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