domingo, mayo 31, 2015

Tres



"no se preocupaba de que mi cuerpo
la accediera con todas las formas de Cipris.
¡Pero qué celoso es Eros!
Me tendió una emboscada nocturna e hizo que mi amor vertiéndose huyera,
alejando el sueño.
Así de mis ensueños mismos que adormecen
Eros envidia el provecho de una dulce unión".
(trad. de Guillermo Galán Vioque)
Macedonio (A.P. V 243)


Tres

Manos que se deslizan sobre todo mi cuerpo,
el tuyo sin diferencia en la piel
estas caricias queman por dentro
quizá sea la ropa que cubre el encaje que adorna tus senos,
encaje intrigante vestido de sombras
lo que hace temblar mi pulso perverso
cuando despojo en jirones y fragmentos
ropa ceñida en tu cuerpo,
inquietando este tacto la textura de tus medias que cubren tus piernas,
dan gusto al placer de descubrir los secretos,
queriendo beberte como el vino más perfecto,
entre tus muslos, de entre mis besos
no es lujuria ni sexo, no es amor apasionado,
no importa, ni tiene nombre el deseo,
es una danza un asesinato
se pierde uno y otro formando un silueta
de dos  los cuerpos enlazados por piernas y brazos,
es este fin art d'amour,
un paraíso escondido en la habitación.

Obsérvame mientras te exploro,
quiero tus ojos, cazando apoderándose de mi
y descubre en mis labios el peaje
camino donde llevarte
por todas las pausas de tu respiración,
forma correcta para agredir tus muslos,
el vientre tus pechos, tu cuello flexible
gobernado con la excitación de un preámbulo del al lado oscuro de tus infernos.

¿Podre encontrarte más hermosa?
que desnuda yaciendo a mi lado,
solo encontrarte en mí conversando un lenguaje intimo
dónde se cambian versos por gemidos,
aquí descubriéndote,
aprendiendo nombrar cada peca de tu cuerpo
con un verso perverso,
me aprenderé de memoria las marcas, las caricias, los besos
recitare la canción de tus sollozos al caer tu ropa junto a la noche,
en ese instante perpetuo
donde no es, si no tiene que ser,
conmuéveme con tu mirada precisa
juguete inocente en el preámbulo de insinuaciones básicas
sedúceme con tu coqueteo universal terriblemente real,
un sigue silencioso, me basta
cuando ya nada cubre tu cuerpo
esta el manto de mi deseo encarnado en mi cuerpo sobre ti
estas manos comprenden un cuerpo,
se liberan como bestias,
me libero para poseerte con ansias y dulzura
y responderás con alientos y suspiros,
en los momentos que usurpe en tu intimidad,
que me incita a perderme una o mil noches
en el debatir de arrancarte un final drástico casi fatal,
un choque donde moriremos en partes,
a mitad del sexo casi enfermo y cuerpos agotados,
cada uno recibe su sentencia, y paga su deudas con delicia,
¿quién se roba el placer con los juegos?
¿quién seduce con el cuerpo al ingenuo?
así son las tres maneras en la habitación,
el deseo, el gusto y la pasión,
que ganas que me das de morirme
hoy entre tus piernas y a la mitad de tus pechos…

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