Suenan las campanas de un funeral y nadie llora, por el
difunto, nadie le acompaña, solo se ve alrededor del ataúd, una manada de lobos
y un cuervo, el sacerdote oficia las exequias, oraciones y bendice el cadáver,
paga a los panteoneros para que se lleven a rastras el ataúd, los lobos los
siguen, aúllan y el cuervo vuela alrededor de la tumba fresca, cae tierra y un
muerto mas es aventado a la oscuridad…En la noche pasa una princesa cantando
versos de muerte con una guitarra y el muerto despierta…Sin poder salir…La
princesa desaparece como en un sueño, los muertos descansan su soledad…
y solo digo adiós, cuando estoy seguro no volveré a ver a
esa persona, y solo digo adiós cuando alguien muere... y en ocasiones el muerto
soy yo.
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