En los ojos los diluvios del corazón
delatan lo que las manos
marcadas confirman,
que tan pocas ganas de existir de verdad…
preferir seguir la corriente de un rio
que jamás va a ningún sitio
a aventarse a un borde incierto…
qué triste ciudad llena de muertos sin esperanza
yo es que llevo mejor tortura que muerte, ¿sabes?
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