Tengo las flores para un funeral,
mil velas negras
para bañar el cuerpo inmóvil con luz,
sellar ese cuerpo que es tantos cuerpos
con paz,
cera negra con la cual no decir más,
frente a la belleza incólume
de una noche solitaria,
en la que veo mi reflejo por el rabillo del ojo...
un cruz de plata bañada en un río
a la luz de la luna,
crió a los cuervos para que canten en coro
he depositado mi sangre en un relicario
para enterrarlo junto a ti,
en aquel cementerio lleno de fantasmas
tu recuerdo en mi memoria
será la eternidad de los pensamientos.
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