siempre sueño que la muerte viene a buscarme y trae entre sus vestidos,
un violín negro envuelto en mi mortaja, detrás de ella los perros del
infierno que aullaran mi deceso, esta noche es ideal para morir, no
tengo nada, no tengo un motivo, ni soy el motivo de nadie, las deudas
que me devén no importan y no tengo deudas... es la noche perfecta, las
cuerdas de violin, suicidan mi mortalidad.
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