Dejar quisieras el más bello resplandor.
La alondra que habita en tu pelo ha de expulsar por su garganta una estrella nueva.
Todas tus calles interiores se encienden con las últimas lágrimas doradas del verano.
Las sombras maduras caen de los árboles para darle más espacio a la luz;
Y de ese silencio que de madrugada te llama
Florece un sonido soberbio y engalanado por un cielo recién nacido, parido por una estrella.
Y de ese silencio que de madrugada te llama
Florece un sonido soberbio y engalanado por un cielo recién nacido, parido por una estrella.
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