muchos "vampiros" fueron exhumados después de su entierro -los vampiros
de Flückinger, por ejemplo, eran sepultados sólo durante tres meses y la
razón se debía a que existía la posibilidad de que "regresaran para
matar gente"-. Los siguientes factores son determinantes para establecer
las causas de esos límites de tiempo que se imponían:
1- Hasta que
otras personas murieran por enfermedad u otros acontecimientos extraños
fuesen notados, no había necesidad de matar al vampiro.
2- Los retrasos se debían a la renuencia a desenterrar de modo tan
"drástico" a un conocido muerto, para, más tarde, terminar mutilando su
cuerpo. Phillip Rohr (en "masticatione mortuorum..." [1679]) menciona
este problema y argumenta cómo "los familiares de fallecidos se oponían
radicalmente a las exhumaciones. De esto, surgían innumerables
querellas, blasfemias e insultos alternados con violencia física."
3- Si con el tiempo la "epidemia" seguía su curso, ya no había necesidad de exterminar al vampiro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario