Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
domingo, abril 30, 2017
Que el caos se apiade de mí Por mí ya estoy muerto, más que nunca, nunca fue cierto. Los demonios que llevo dentro tienen la culpa de mis pensamientos. Ahora sólo deseo tener culpa de mis deseos, más miedos que sueños. Menos vivo, más muerto.
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