martes, abril 25, 2017

—¿Quién eres tú?
—La muerte.
—¿Es que vienes por mí?
—Hace ya tiempo que camino a tu lado.
—Ya lo sé.
—¿Estás preparado?
—El espíritu está pronto, pero la carne es débil. Espera un momento.
—Es lo que todos decís, pero yo no concedo prorrogas.
—Tú juegas al ajedrez, ¿verdad?
—¿Cómo lo sabes?
—Lo he visto en pinturas y lo he oído en canciones.
—Pues sí, realmente soy un excelente jugador de ajedrez.
—No creo que seas tan bueno como yo.
—¿Para qué quieres jugar conmigo?
—Es cuenta mía.
—Por supuesto.
—Juguemos con una condición, si me ganas me llevarás contigo, si pierdes la partida me dejarás vivir.
—Las negras para tí.
—Era lo lógico, ¿no te parece?

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