martes, mayo 09, 2017

Nos salvaremos, por el odio que profesamos a los que nos han abandonado, y regresaremos para mirarlos a los ojos, y ya no podrán volver a dormir ni vivir ni escapar a la maldición que seremos para ellos nosotros, los vivos, y ellos, asesinados cada día, para siempre, por su propia culpa ¿quizás sea esa luz silenciosa o el mar, que oscila perezoso, como una tregua?, pero lo que ocurre es que los hombres callan y la desesperación se convierte en mansedumbre y orden y calma.

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