Me extingo
Como una cúspide sin altura
Como el dragón nacido sin fuego
Como un perro sin cuerdas vocales.
Me ahoga
La incertidumbre y el despecho de mi pecho
La cotidianidad de un barrio con viejos mentales
Desconocer el ‘ser’ y pretender descubrirlo sin verlo del todo
Detesto
El cielo perturbable
Lo amo, sólo por existir
Imploro las suaves clases de un entorno cálido
Los abrazos que no di y cuya idea me sostiene
Encontrarme en estado de flotación
Y
Despeñar de pronto.
No saber si la realidad era antes de la caída,
durante o, perteneciente al suelo más humano e infernal.
Alma de ayer, grande e inmortal.
Alma de hoy, negra
...me perece y precede.
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