Aquellas brujas y brujos que se estén preparando para esa noche tan
especial en el que el velo que separa nuestros mundos es más fino y
quieran entrar en contacto con sus difuntos, les recomiendo que se hagan
con un espejo, con el tamaño suficiente para poder ver su propio
rostro. Deben consagrarlo en su altar, bendecirlo para que cumpla con
sus propósitos positivos, limpiarlo de cualquier negatividad con
incienso.
A tener en cuenta que el espejo es un "portal" que se abre a otro
mundo y puede dar paso a los que se invoque y a los que no se invoque,
por eso se ha de realizar la invocación con sumo cuidado y hay que estar
muy seguros de si mismo y ser fuertes.
Como en todo hechizo debe haber una apertura y un cierre. Por ejemplo para iniciar la invocac
ión: " Yo (nombre) llamo a través de este espejo como puerta a mi
pariente (nombre del difunto) para preguntarle (pregunta) y si así lo
desea que me responda".
Para cerrar: "Yo (nombre) doy las gracias a
mi pariente (nombre del difunto) por su ayuda prestada y le deseo que
vuelva a la Luz y que viva en paz y armonía y cierro esta puerta y por
ella nada pasará".
Se trata de una invocación de alta hechicería, no
apto para iniciados que no posean una base de sabiduría, conocimiento
de lo que van a hacer y cierta experiencia, ya que un error puede hacer
aparecer algo que no es lo deseado y no poder devolverlo a su lugar de
origen. Si el espejo no se cierra correctamente, como ya he dicho es una
puerta, puede quedar abierta a otras dimensiones.
Por eso hago saber a los principiantes que no es un juego, sino alta magia.
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