Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
sábado, octubre 28, 2017
C’est moi, l’Ankou ! … L’Ankou qui brise Un os de mort dont il aiguise Sa vieille faulx sur son genou… Moi ! qui puis te faire, à ma guise, Le sang plus froid que le caillou !
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