lunes, noviembre 06, 2017

Arrojo el cuerpo al umbral
a ese lugar donde todo está yermo
allí donde el otro sonríe
cosechando del fuego felicidad
vulgares espantos
conjurando tristezas.

Esa luz es una señal
es la estrella del norte
una aurora sin envejecer
la flor del invierno
ofrenda a un dios muerto.
Cantan arboles
rodeándote en bailes
esperanzas
aullidos distantes como los ojos
quieren un beso
helado que los conmueva como antes.

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