Ya no sé escribir, ya no sé escribir más.
La tinta me embadurna los dedos, las venas...
-en el papel dejé toda mi sangre.
¿Dónde decir, dónde dejar dicho, dónde inscribir
la pulpa del áureo fruto sino en el fruto,
la tempestad en la sangre sino en la sangre,
el árbol y el viento sino en el viento de un árbol?
¿Dónde podré decir la muerte sino en mi muerte,
muriéndome?
Lo demás son palabras...
Ya no sabré escribir nada mejor.
Demasiado cerca de la vida vivo.
Las palabras se me mueren adentro
y yo vivo en las cosas.
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