martes, julio 17, 2018

Le he pedido a Dios "un sol frío y un viento calentito". Creo que es la primera vez que me doy cuenta, motu proprio, que he rezado. Y me entra la melancolía de que haya sido algo tan en contra del principio de no contradicción que se vaya fuera del alcance de Dios...
¿Fuera de mi alcance...?, me sopla al oído con la brisa que pasa. "Parece mentira, que no sepas que, ante el principio de no contradicción, se alza la poesía. La próxima noche de luna llena, cuando sople un vientecillo ardiente como en Levante, voy al jardín para ver que : 'Éste es mi sol frío, éste mi viento cálido'.

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