Samain es fiesta la más importante del calendario celta porque daba lugar a grandes reuniones de gente y a rituales de gran complejidad. La fiesta de Samain significa etimológicamente "final del verano", y refiere al momento en que deben encerrarse los rebaños dentro de los establos, lo cual es indicativo de una sociedad cuya economía se halla basada en el pastoreo de animales
La
noche de Samain representa la eternidad. Es un momento en que el tiempo
es abolido y el mundo del sidh (etimológicamente "paz". Es el dominio
de los dioses, los héroes y los difuntos, el Otro Mundo celta) se abre
al mundo de los vivos.
Simples
velas eran encendidas y dejadas en las ventanas para ayudar a guiar a
los espíritus de antecesores y de los amados al hogar. Se ponían más
sillas en las mesas y alrededor de las chimeneas para los invitados
invisibles. Se ponían manzanas en las aceras y en los caminos para los
espíritus perdidos o que no tenían descendientes. En Samhain se abre el
portal hacia el mundo de los muertos y es el momento perfecto para
trabajar la adivinación y las invocaciones de los muertos.
La costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano.
Al parecer, los celtas iban recogiendo alimentos por las casas para las ofrendas a sus dioses. Rituales que supuestamente incluían algún que otro sacrificio humano y para los que preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro, representando al espíritu que creían que les otorgaba poder. En esa mágica noche de rituales, la noche de Samhain, se abría la puerta al más alla y los vivos y los muertos tenían la oportunidad de poder comunicarse.
La costumbre era dejar comida y dulces fuera de sus casas y encender velas para ayudar a las almas de los muertos a encontrar el camino hacia la luz y el descanso junto al dios Sol, en las Tierras del Verano.
Al parecer, los celtas iban recogiendo alimentos por las casas para las ofrendas a sus dioses. Rituales que supuestamente incluían algún que otro sacrificio humano y para los que preparaban un gran nabo hueco con carbones encendidos dentro, representando al espíritu que creían que les otorgaba poder. En esa mágica noche de rituales, la noche de Samhain, se abría la puerta al más alla y los vivos y los muertos tenían la oportunidad de poder comunicarse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario