Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
Será un perfume la forma del veneno en donde encuentre el fin un pequeño recipiente de plata entre estrellas y cascos entre millones de silencios en dos corazones en la mitad de uno, en la cuarta parte que aun vive un silencio pequeño…
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