Algunos obituarios son historias de amor. Mientras otros cuentos de dolor. Otros inspiran poetas. Algunos deprimen a los frágiles. Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
¡Ay, pero de tanto amor, algún día has de comer! Y verás que ni las cenizas ni las ruinas, pueden borrar los suspiros que todavía me dedicas.
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