Algunos obituarios son historias de amor. Mientras otros cuentos de dolor. Otros inspiran poetas. Algunos deprimen a los frágiles. Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
Y me enamoró de la niña más insegura, queriéndola con sus secretos, sus miedos, sus imperfecciones, sus monstruos; me enamoró de su infierno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario