martes, noviembre 29, 2016

No dejó de llover en todo el día, pero el mío se complicó. Nada más lejos que una mullida manta de agua. Pero caí en otra o metáfora o hipálage: manta de palos. También tupida, también me calentaba.
La retórica, como un desodorante de anuncio, por más dura que se ponga la jornada, no me abandona.

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