No
dejó de llover en todo el día, pero el mío se complicó. Nada más lejos
que una mullida manta de agua. Pero caí en otra o metáfora o hipálage:
manta de palos. También tupida, también me calentaba.
La retórica, como un desodorante de anuncio, por más dura que se ponga la jornada, no me abandona.
La retórica, como un desodorante de anuncio, por más dura que se ponga la jornada, no me abandona.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario