Sigo tan enamorado de la muerte, que prometo siempre vestiré sus colores
y en mi cuello colgare su símbolo, la calavera cruel, amada mía,
apiádate de mí, bésame y llévame a donde la oscuridad es gemela de la
belleza. Renuncio a la vida, a los dioses, al diablo y a todo luz
existente en este universo.
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