Miro a través de la ventana el cielo gris
y en mi mente tan sólo recuerdos en blanco y negro.
Siempre la misma gente indiferente,
salgo a la calle cegado con los ojos llorosos.
Entro en el bar pido una cerveza intento olvidar,
te veo en un rincón llorando no vas a marchar.
No por eso no quiero que tu te vayas de aquí.
No por eso no quiero que tu te vayas de aquí.
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